Los préstamos online o minipréstamos suponen un método de financiación rápido que no conlleva nada de burocracia. Sin entrar en detalles y en un par de minutos es factible conseguir un dinero extra en ocasiones puntuales. No obstante, antes de optar por esta vía es preferible evaluar si es mejor que otras opciones más convencionales. Con esta finalidad, es recomendable tener presentes los riesgos, el plazo de devolución y los costes, ya que en el caso de no cumplir, el monto a reembolsar se incrementará.
Cuando son importes pequeños que se precisan de forma inmediata en un momento puntual, los microcréditos resultan ser la vía más óptima. A continuación os queremos presentar los mejores préstamos del mercado según las conclusiones de los análisis de nuestros mejores expertos en esta materia.
¿Qué es un préstamo? ¿Qué tipos existen?
Un préstamo o un crédito es una solución rápida y fiable ante una necesidad de dinero. Se trata de una cesión de liquidez por parte de una entidad financiera con garantía de devolución a cambio de unos intereses, aunque como veremos más adelante, no siempre ocurre de la misma manera.
A menudo nos gustaría recibir un adelanto de dinero para satisfacer distintas necesidades, como pagar unas vacaciones, comprar un regalo, resolver una urgencia económica o un imprevisto. Por suerte, en el mercado existen soluciones para tales situaciones, una gran cantidad de entidades financieras para acudir al rescate.
A día de hoy es imposible que el proceso para la obtención de un préstamo o crédito sea más fácil. En cuestión de minutos y de forma totalmente online cualquier persona puede conseguir uno. ¡A golpe de clic, rellenando unos campos y siguiendo unos sencillos pasos podemos recibir una transferencia el mismo día!
Para entender mejor la oferta existente en el mercado tenemos que repasar los cuatro tipos de préstamos que encontramos:
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Préstamos personales
Un préstamo o crédito personal es una transacción a través de la cual la entidad financiera deja a disposición del cliente una suma de dinero establecida, determinada con anterioridad, mediante un contrato con el que dicho cliente asume el deber de devolver el dinero en un periodo de tiempo concreto.
Los préstamos personales son los productos que nos permiten costear la compra de bienes no perecederos como algo de tecnología, muebles, una moto o un coche. Distintas entidades se ofrecen también a financiar el pago de unas vacaciones o unos estudios como podría ser un máster.
Estos habitualmente son más sencillos de conseguir que un préstamo hipotecario. Aunque, por otro lado, pueden resultar más caros, ya que los intereses en ciertas ocasiones son más elevados.
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Micropréstamos
Los micropréstamos son una especie de créditos personales rápidos que aparecen con la intención de resolver pequeños imprevistos económicos en poco tiempo, horas o incluso minutos. Es suficiente con rellenar un formulario en la página de la empresa que pone a disposición los minipréstamos, enviar un sms o realizar una llamada.
Los requisitos para conseguir un minicrédito rápido son bastante flexibles y factibles, en contraposición a los que se requieren para un préstamo tradicional. En general, únicamente es suficiente con:
- ser mayor de edad,
- residir en España (lo cual se verifica al presentar el NIE o el DNI) y
- ser el titular de una cuenta bancaria, donde van a transferir el dinero solicitado.
Casi todas las compañías que ofrecen micropréstamos no piden un aval o una nómina, tampoco solicitan presentar ingresos para aprobarlo. Adicionalmente, a diferencia de las entidades financieras convencionales, la compañía que lo proporcione no va a cuestionar en qué se va a emplear ese dinero.
No obstante, para conseguir un microcrédito es preferible no estar en ningún listado de morosidad como el de ASNEF o RAI. Este realmente no es un requisito necesario, puesto que existen algunas empresas que aceptan recibir solicitudes de microcréditos a pesar de que la persona aparezca en alguna lista de morosos.
Si bien, otra de las peculiaridades de los minicréditos rápidos es que la cuantía de financiación que otorgan es limitada, habitualmente con un máximo de 1.000 €. El tiempo disponible para realizar el reembolso es escaso también, pues este se solicita alrededor de los 30 días. No obstante, en algunos casos, es posible alcanzar los 60, 90 o incluso los 120 días.
De esta forma, los minicréditos son un remedio rápido y pragmático para solucionar un imprevisto monetario. Sin embargo, no se aconseja perder de vista una de las desventajas que tiene: el alto coste en caso de no cumplir con los plazos de devolución. Lo óptimo es que los minipréstamos no se transformen en una fuente usual de financiación, puesto que uno se expone ante la posibilidad de sobreendeudarse en poco tiempo. Hay que tener en mente que cuando se solicita este tipo de minicréditos rápidos, las empresas podrían asignar unos intereses relativamente altos en función del perfil.
De todas formas, hay una inmensa oferta de microcréditos que no solicitan ni intereses, ni comisiones. Vamos a mostrar algunos ejemplos que llevan tiempo funcionando muy bien en el mercado. En cuanto a las cantidades a devolver, éstas cambian dependiendo de si la persona es un cliente antiguo o nuevo. La cuestión es que algunas empresas otorgan a sus clientes el primer crédito gratis. Esto quiere decir que cada persona que solicite un minicrédito por primera vez podrá devolverlo sin ningún tipo de interés adicional. Asimismo, para obtener dinero gratis, determinados bancos brindan un límite máximo sin coste añadido.
Por otro lado, a pesar de que los clientes antiguos ya no tengan la posibilidad de beneficiarse del primer préstamo gratis, las empresas ponen a su disposición otras condiciones, por ejemplo incrementar el importe máximo a solicitar, con la posibilidad de alcanzar incluso los 900€ o 1.000€ en ciertas situaciones.
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Líneas de crédito
Una línea de crédito es un tipo de crédito concedido a una persona, compañía o gobierno por un banco u otro tipo de entidad financiera parecida.
Pese a que es capaz de adoptar distintos formatos, se trata en definitiva de una cuenta bancaria con fondos a los que el cliente tiene la posibilidad de acceder hasta un límite estipulado. El usuario abona un interés por el dinero que sustrae de ella. Adicionalmente, el consumidor puede verse ante la obligación de hacer frente a ciertos gastos o comisiones.
Las líneas de crédito a veces requieren de un activo que suponga garantía para respaldar la concesión, es decir, un aval.
El empleo de una línea de crédito es muy frecuente tanto en el sector empresarial como a título personal. Constituye una opción de financiación muy conveniente que facilita la gestión de la tesorería de una forma más práctica. Eso posibilita llevar a cabo pagos puntuales que no serían posibles de realizar simplemente con los fondos generados por la tesorería. Algunos ejemplos de ello son: nóminas, reformas del hogar, pagos a proveedores, tratamientos médicos, desembolsos excepcionales no pronosticados, etc.
Mientras dura el acuerdo el usuario tiene la posibilidad de disponer del efectivo en el instante que desee. Al mismo tiempo tiene la opción de fijar las cuantías disponibles de la forma más cómoda posible, siempre que no se pase del límite prefijado.
En la práctica, su funcionamiento es parecido al de una cuenta corriente. El banco transfiere los fondos a una cuenta de crédito, posibilitando la administración por parte del consumidor. Esta forma de actuar agiliza la obtención del efectivo.
En contraposición a los créditos, el cliente tiene la opción de decidir si emplear la cantidad íntegra o sólo una parte.
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Préstamos con ASNEF
El registro de la Asociación Nacional de Establecimientos Financieros de Crédito (ASNEF) es una base de datos de deudores de la que es posible empezar a formar parte bajo la solicitud de una entidad financiera con la que se tenga una deuda. En ese listado aparecen tanto personas jurídicas como físicas. Habría que señalar que no es clave el importe de la deuda que se tenga, puesto que esa base de datos de morosos funciona por el principio de simplemente deber.
Se da la eventualidad de que una persona esté presente en uno de esos listados de deudores y tenga la necesidad de solicitar un crédito rápido por algún motivo. Ante todo, se recomienda apagar las deudas para dejar de aparecer en esos ficheros cuanto antes. Al mismo tiempo, existen algunas compañías que ofrecen préstamos a pesar de estar en ese tipo de listados.
Esta opción de financiación es excelente para las personas que por alguna equivocación entraron en el fichero de morosos.
¿Cómo elegir el mejor préstamo?
En el momento de decidir qué crédito contratar se recomienda fijarse en algunos aspectos, puesto que en el mercado existe una gran variedad de opciones afines para cada tipo de consumidor y necesidad.
El plazo para la devolución de los microcréditos habitualmente es bastante limitado, suele ser un máximo de entre 30 y 45 días. Sin embargo, es posible localizar opciones que incrementen ese plazo hasta 60, 90 o 120 días, lo cual favorece hacer frente a la devolución del efectivo con más holgura.
Es aconsejable tener en cuenta que si se da el caso de no conseguir reembolsar los fondos a tiempo, la suma final a devolver se irá incrementando sustancialmente, puesto que habría que abonar una tarifa por ese retraso que sería más grande que el interés que se atribuye normalmente a uno de estos minipréstamos.
De esta forma, y con la idea de solicitar un minicrédito, otra de las características básicas que habría que estudiar es su precio, dado que los intereses acostumbran ser más cuantiosos que los de un préstamo convencional. Ciertas entidades financieras que ofertan minipréstamos comercializan este producto a un interés nulo. No obstante, habitualmente son propuestas de cara a los clientes nuevos. En consecuencia, en el momento de solicitar un minicrédito rápido, es conveniente revisar a fondo la letra pequeña.
Hay que tener en cuenta que habitualmente en el caso de que una persona ya sea cliente de una entidad financiera, la empresa es posible que no otorgue las mismas características que en el primero al nuevo minicrédito, por lo que habría que abonar unos intereses. Se debería de estudiar por cuánto va a salir ese efectivo, con la finalidad de sacar la conclusión de si es un plan factible, puesto que en caso de demora la tasa por el retraso que se aplica es muy alta.
Adicionalmente, en el caso de que no se abonen, la entidad financiera de microcréditos procederá a enviar los datos del cliente en una lista de deudores, casi que sin aviso. De igual forma, en el caso de que la persona no resuelva la deuda, es altamente posible que si precisara de efectivo en un futuro fuera complicado recibir financiación de una entidad financiera.
¿Cómo conseguir un préstamo?
Después de comparar los préstamos que hay en el mercado se trata de solicitar el que mejor se adecúa a las necesidades y características. Los préstamos rápidos se solicitan por Internet, tanto en los sites de los distintos bancos como en las de entidades financieras enfocadas a este método de financiación.
En Internet encontramos una inmensa cantidad de opciones y variantes de préstamos rápidos en línea, por lo que la primera acción con la finalidad de obtener la concesión del más atractivo sería simular un crédito, al mismo tiempo comparar las características, los costes asociados y las condiciones.
Las cuantías de fondos que se prestan de forma instantánea habitualmente tienen un rango de efectivo bastante amplio. Las cuantías de los micropréstamos rápidos en línea varían entre los 50 € y los 1.000 €. Al mismo tiempo encontramos préstamos con importes más cuantiosos superando los 5.000, 10.000 o 20.000 €.
Adicionalmente, el plazo de devolución de un crédito, va en función de la empresa que lo pone a disposición y el importe del mismo. Los microcréditos generalmente suelen venir con un plazo de amortización de 30 días. Por otro lado, los préstamos tradicionales cuyos importes son más elevados que mil euros tienen como periodo de devolución varios años.
Por el lado contrario, la suma total y final a percibir vendrá delimitada por las características del perfil. Lógicamente, cuanto mejores sean las descripciones económicas del perfil, mayor es la posibilidad de tener acceso a una cantidad más amplia. De todas formas, los requisitos para obtener un crédito rápido son bastante suaves.
En realidad, gran parte de los préstamos rápidos simplemente solicitan una justificación de ingresos o nómina. En el caso de muchos préstamos inmediatos no precisan de una nómina o aval.
Aunque pueda parecer sospechoso de primeras, hay entidades que aprueban créditos en línea instantáneos incluso a las personas que se encuentren en la base de datos de deudores de ASNEF. Sobre la información que una entidad financiera podría solicitar de cara a cerrar el contrato es:
- Documento Nacional de Identidad (DNI) o Número de Identificación Fiscal (NIF)
- Un número de teléfono
- El IBAN donde la persona que va a recibir la liquidez
- Nómina o algún justificante de ingresos
Recomendamos solicitar los préstamos con distintas entidades financieras a la vez, puesto que en ocasiones una vez recibido el perfil completo del usuario las condiciones pueden cambiar ligeramente, tanto a mejor como a peor. De todas formas, nunca nos encontraríamos cambios drásticos.
¿Es posible obtener un préstamo en el momento?
Es común que estos tipos de préstamos en línea con resolución rápida se aprueben al poco tiempo, es decir, en cuestión de horas una vez realizada la petición. Y es que prácticamente no precisa de ninguna burocracia o condiciones para ser concedidos, de allí que la rapidez en la respuesta sea tan alta.
Algunas ofertas del mercado poseen tal operativa que tienen la capacidad de finalizar la gestión del aprobado en ¡cuestión de minutos!
Para obtener un micropréstamo al instante habría que:
- rellenar un formulario en línea con los datos personales,
- subir la documentación necesaria y
- aguardar la resolución por parte de la entidad financiera.
En el caso de que la compañía no se tope con ninguna irregularidad en la petición, la solicitud será aprobada y hará la transferencia de los fondos al momento de solicitarlos.